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Drama fraternal francés dirigido por el actor Arnaud Viard (Clara et moi) y protagonizado por Jean-Paul Rouve (protagonista de un filme similar, Lola y sus hermanos), Alice Taglioni (El juego de los idiotas), Benjamin Lavernhe (Curiosa) y Camille Rowe (Cosas de la edad). Está basada en una novela de Anna Gavalda, la autora del texto del filme Juntos nada más que protagonizaron Audrey Tautou y Guillaume Canet.
Cuatro hermanos y sus respectivas parejas se reúnen para celebrar el cumpleaños de su anciana madre. El filme nos irá descubriendo las vidas de todos y cada uno de ellos con especial protagonismo del hermano mayor que se ocupa un poco de ayudarlos a todos.
Es un empresario de éxito casado y con una hija, que ve como toda su vida se altera cuando regresa una antigua amante, una famosa actriz, que quiere volver a verle. Su hermano es un chico introvertido que está enamorado en secreto de una compañera de trabajo. Una de las chicas es una fotógrafa que no acepta dejarse llevar por la comercialidad y planea hacer una colección de instantáneas sobre los rostros de gente deforme y la otra es una profesora y escritora en un momento bajo de inspiración que anhela quedarse embarazada.
Un retrato muy completo de cuatro personajes (pese a que la peli no llega a la hora y media) que plantea muchos temas que nos pueden resultar cercanos.
A la hora de película tiene lugar un suceso inesperado que provocará que todos ellos deben enfocar de una manera diferente sus vidas. Si en la primera hora está cercana a una comedia cotidiana acaba convirtiéndose en un drama muy emotivo.
Destaca una conversación entre la maestra y uno de sus alumnos en torno a la obra del poeta Rimbaud.
Su título está muy justificado, pero como comentan en el tramo final, resulta demasiado largo y difícil de recordar.
Para mi gusto acaba demasiado pronto, me quedo con las ganas de saber más cosas de los personajes y qué es lo que les deparará el futuro. No estaría mal que tuviera una segunda parte.
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