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Marielle Heller (¿Podrás perdonarme algún día) dirige este drama protagonizado por Tom Hanks (que fue nominado al Oscar por su interpretación), Matthew Rhys (Los archivos del Pentágono, The americans) y Chris Cooper (Adaptation).
A finales de los años 90, un periodista de investigación de la revista Esquire acostumbrado a cuestionar a los personajes sobre los que escribe es encargado de entrevistar a Fred Rogers, un famoso presentador televisivo de un programa infantil. Su relación se mantendrá durante un tiempo y le llevará a plantearse su reciente paternidad y, sobre todo, el enfrentamiento que mantiene con su padre.
Es un festival al servicio de la interpretación de Hanks en un personaje real demasiado blanco, casi beatífico, que solo se ocupa de hacer el bien, transmitir valores positivos y de ayudar a quienes le rodean y parece un hombre perfecto. La verdad es que alguien así da casi un poco de miedo, parece el líder de una secta y da la impresión de que esconda algo oscuro.
Uno de los mejores detalles del filme son las miniaturas maquetas que reproducen casas y calles imitando las del programa original mientras suena una deliciosa música infantil que parecen extraídas de una película de Wes Anderson (El Gran Hotel Budapest). También las imágenes del programa están retocadas a nivel de color para recordar la imagen del Betamax o el VHS de esa época.
Durante la entrevista, el presentador le hace múltiples preguntas personales al periodista y le arranca confesiones muy íntimas.
El título del filme está inspirado en la canción inicial del espacio televisivo y, para los que tengan curiosidad por ver al auténtico Rogers, que esperen a los créditos finales donde se ve un fragmento de su auténtico programa.
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