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Drama con elementos de intriga islandés firmado por Benedikt Erlingsson (De caballos y hombres) y protagonizado por Halldora Geirharosdottir y Johan Siguroarsson.
Una mujer madura, que dirige un coro, es en secreto una activista anónima que se dedica a derribar las torres de electricidad de una empresa extranjera por motivos ecológicos. Cuando recibe la noticia de que puede ir a buscar a una niña ucraniana que pidió en adopción años atrás, se replanteará su actitud.
Es un filme muy interesante que destaca por el trabajo de la protagonista, ganadora del premio a la mejor actriz en Valladolid que interpreta un doble papel, ya que también encarna a su hermana gemela.
Tiene elementos de intriga con largas persecuciones por la montaña para eludir a la policía y a los malditos drones.
Su plan consiste en hacer desistir a las multinacionales de que inviertan en su país porque lo ve como una manera de invadirlo y las ve como responsables de la globalización y el calentamiento global.
Comprueba cómo los medios de comunicación, por medio de los tertulianos televisivos, manipulan y tergiversan su mensaje para hacer el juego al poder, algo que nos resulta bastante cercano.
La protagonista es una heroína de la calle, una mujer con muchos recursos para enfrentarse a los problemas que encuentra en su camino.
También tiene una gran importancia el personaje de su hermana gemela, una profesora de yoga que vive en su propio mundo y que es muy diferente a ella.
El título proviene del apodo que utiliza para sus actos y viene a ser una especie de Zorro, con una doble vida.
Lo peor del filme es la aparición en pantalla de tres músicos y tres coristas que interpretan la música del filme y que te descentran un poco de la acción principal.
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